Acabo de mirarte y no recuerdo
haber mirado nunca tan profundo.
Debajo de tus párpados ligeros,
dilatada figura,
descubro en tu pupila
un túnel de emociones y temblores;
el tiempo que nos queda siempre juntos,
las horas de descanso, recostados,
el paso de los días,
la lucha por buscar nuestro destino,
siempre como bandera: la alegría.
Al final las arrugas,
el envejecimiento, los recuerdos,
las manos, las caricias,
los besos en la frente, el fin;
la muerte.
Acabo de mirarte y no recuerdo
haber querido nunca tan profundo.
haber mirado nunca tan profundo.
Debajo de tus párpados ligeros,
dilatada figura,
descubro en tu pupila
un túnel de emociones y temblores;
el tiempo que nos queda siempre juntos,
las horas de descanso, recostados,
el paso de los días,
la lucha por buscar nuestro destino,
siempre como bandera: la alegría.
Al final las arrugas,
el envejecimiento, los recuerdos,
las manos, las caricias,
los besos en la frente, el fin;
la muerte.
Acabo de mirarte y no recuerdo
haber querido nunca tan profundo.
1 comentario:
Pocos abismos recuerdo tan profundos como ciertas pupilas a las que me he asomado...
Un saludo
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