De cuando en cuando escribo con palabras
en un vulgar lenguaje
con este idioma nuestro, limitado.
Intento aproximarme a lo que pienso
llevando hasta mis manos por impulsos
del sistema motriz un pensamiento.
Maldita biología del ADN,
rebusco pero a veces nunca encuentro
palabras en ninguno de mis genes.
Otras veces en cambio,
prescindo del papel y de la pluma
y escribo mis palabras sobre el viento,
un medio mucho más agradecido,
carente de fronteras
y nimias exigencias literarias,
de absurdos formalismos tan banales.
Aunque a pesar de todo, lo que importa
es que puedas leer, no importa el medio,
que detrás de mi voz está tu voz
susurrando despacio en cada verso,
palabras en papel o sobre el viento.
en un vulgar lenguaje
con este idioma nuestro, limitado.
Intento aproximarme a lo que pienso
llevando hasta mis manos por impulsos
del sistema motriz un pensamiento.
Maldita biología del ADN,
rebusco pero a veces nunca encuentro
palabras en ninguno de mis genes.
Otras veces en cambio,
prescindo del papel y de la pluma
y escribo mis palabras sobre el viento,
un medio mucho más agradecido,
carente de fronteras
y nimias exigencias literarias,
de absurdos formalismos tan banales.
Aunque a pesar de todo, lo que importa
es que puedas leer, no importa el medio,
que detrás de mi voz está tu voz
susurrando despacio en cada verso,
palabras en papel o sobre el viento.
1 comentario:
¡Un magnífico para tí compañero!Preciosa como tú.Un beso
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