sábado, 22 de noviembre de 2008

Andes


Aquí son los caminos
de piedra, arcilla y barro,
la lluvia es bendición para la tierra,
el río de montañas escarpadas
parece no acabar, y en cada curva,
surge un valle de grises pigmentado.
Pastan llamas y alpacas sin pensar
que bajo el verde pasto que hoy mastican
el bullicioso mundo no descansa.

El tiempo se detiene con la altura
y aquí, cerca del cielo,
no parece que estemos en la Tierra.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me encanta,Miguel. Es todo "poesía".